Sí, lo sabemos: a partir de ahora, La Tasquita, escondida por debajo del animado paseo semicircular que bordea la avenida principal de Tazacorte… ya no va a ser tan secreta. Pero es que no se merece que sea un secreto: el propietario, Efrén, y su hermano Boris, hacen un trabajo estupendo atendiendo a la clientela, su madre se encarga de preparar en la cocina una buena selección de tapas caseras, y los precios son de lo más justos. No por nada La Tasquita está hasta los topes de palmeros cada fin de semana. ¡Y si ellos no saben dónde está lo bueno…! Además de que las vistas sobre las plataneras, el Atlántico y la puesta de sol son igual de espectaculares desde aquí, que desde una planta más arriba, pero aquí se está más protegido y hace más calorcito. No sorprende por tanto que aquí las noches sean un poco más largas, que el ambiente se anime más y que las botellas de vino vacías ¡¡se multipliquen…!!
Fotos y texto: © 2016 Uwe S. Meschede
