Bueno para el Espíritu, excelente para el cuerpo y muy simpático
Adoro los masajes, me da igual de qué tipo: clásicos, de piedras calientes, reflexología podal, masaje Breuss (masaje de espalda energético) o también método Dorn (vértebras y articulaciones). Después de un día intenso sentado en el escritorio, después de situaciones estresantes, después de una caminata o simplemente porque sí, un buen masaje no solo alivia posibles molestias, sino que también me ayuda a relajarme tanto que después vuelvo a estar a tope, descansado y totalmente relajado. Pero: el masajista tiene que saber lo que está haciendo y tomarse su tiempo. Y: el entorno debe de ser silencioso y tranquilo, para poder desconectar correctamente.
Pues bien, Puntagorda no es que sea el centro de la isla, pero había oído hablar de SANTOVITA y de Stefan Fath, un simpático experto en su campo (con formación suiza), y puse rumbo hacia allí desde Los Llanos, para ver qué hay de cierto en los rumores. Y: ¡mereció la pena, sobrepasando incluso mis grandes expectativas (véase arriba)! Así que ¡recomendadísimo!
Pues bien, Puntagorda no es que sea el centro de la isla, pero había oído hablar de SANTOVITA y de Stefan Fath, un simpático experto en su campo (con formación suiza), y puse rumbo hacia allí desde Los Llanos, para ver qué hay de cierto en los rumores. Y: ¡mereció la pena, sobrepasando incluso mis grandes expectativas (véase arriba)! Así que ¡recomendadísimo!
Texto y foto: Uwe S. Meschede