El verano aquí fue caluroso y una vez más con peligro de incendios. Muchas personas intervinieron sin descanso contra los incendios forestales, y, si bien lo más llamativo eran los helicópteros de extinción sobre nuestras cabezas, nuestro agradecimiento se dirige a todas las personas que nos preservaron de algo peor.
Foto y texto: Uwe S. Meschede (2012)
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